Pintor italiano, que vivió entre 1884 y 1920.
Sus encuentros con artistas de esa época revolucionaria daban ocasión a profundas discusiones acerca del sentido del arte, la ética de los artistas, las esperanzas y los temores que producían los enormes cambios que se estaban produciendo en la cultura del planeta.
Modigliani fue amigo de Jean Cocteau, Max Jacob, Maurice Utrillo, Chaim Soutine, Ilya Ehrenburg, Suzanne Valadon, Moïse Kisling, Jacques Lipschitz, y trató con frecuencia a Pablo Picasso, Henri Matisse, Maurice Vlaminck y la mayor parte de la comunidad artística radicada en París.
Su última mujer, Jeanne Hébuterne, una joven pintora francesa, se suicidó al día siguiente de la muerte de Modigliani, embarazada de nueve meses, y con veintiún años de edad, arrojándose por una ventana de la casa de sus padres.
Desde entonces, Modigliani se convirtió en una leyenda: el último bohemio, el príncipe de sobrenatural belleza que cautivaba a las mujeres, capaz de recitar de memoria extensos fragmentos de La Divina Comedia, degustador de Los cantos de Maldoror -su libro de cabecera-, y uno de los más extraordinarios pintores de todos los tiempos.
La leyenda del genio caprichoso, borracho y adicto al hachís no es tal vez otra cosa que la expresión de culpa de una sociedad que lo despreció mientras vivía.
