viernes, 16 de diciembre de 2011

Cuestión de embalaje

Y aunque parezca mentira, en este caso el envoltorio es más importante que en contenido.
Es la caja la que te indica que lo que contiene adentro es de una fragilidad extrema. No sucede a menudo, pero en este caso es importantísimo. Yo diría fundamental.
Es que la caja es la que debe recibir los golpes, el calor, la tierra y cualquier clase de malos tratos que se le crucen al objeto. Es así.
Una caja que se precie, debe tener el tino de proteger y advertir de que lo que contiene y transporta, es de suma importancia. Al menos para alguien. Al menos para el portador.
Va más allá de lo que advierta. Que si es frágil o delicado. Que si es importante o esencial. Lo que cuenta es que la gente que rodea el paquete, esté advertida y avisada.
Reitero, más allá que el objeto que anida sea importante o no. Eso es secundario.
Si la caja no avisa, nadie se daría cuenta de que hay latidos adentro.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Los Yuyos

Antes, al la vuelta de cada casa, había un yuyal. Un lugar de exploración y juegos para cualquier niño de barrio que se precie de esa condición.
Antes, salíamos a la siesta, gomera en mano, a "lagartigear", tirarle a los tarros, hacer chozas, cazar mariposas, hacer fogatas o simplemente jugar a la guerrita en esa selva que la providencia nos puso en nuestro camino (yo diría en esos senderos).
Antes recorríamos los baldíos "cirujeando" a la búsqueda de tesoros aún no descubiertos por exploradores. Cualquier cosa podía convertirse en objeto preciado: una botella rara, un juguete roto, una tapa de frascos de penicilina (que con la goma de esta, la usábamos de rueda de autitos rellenos de masilla), ruedas viejas de bicicletas la cual reciclábamos para otro menester. En fin, una infinidad de objetos que llenaban nuestros momentos donde Tom Sawyer era un nabo de dimensiones importantes al lado nuestro.
Mundo por descubrir en cada excursión. Emociones latentes. Momentos que no se pueden transmitir y van a quedar debajo de nuestra piel.
Hoy, al pasar por un yuyal, el olor del recuerdo aturde mi lengua y me deja mudo mi tacto.
Capaz que por eso, pienso, los baldíos deberían ser sembrados adrede y declararlos "Parques Infantiles Barriales".
Los baldíos y cada uno de sus yuyos son para mi, área protegida de toda pala mecánica predadora.
Los yuyales no se tocan. Archívese.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Pájaro de las Pampas...

Bicho de mierda..! Como se le ocurre a este animal del carajo desarrollar semejante obra de ingeniería así como así.
Y para colmo a la perfección, sin fallas, ni fisuras, bien orientadas, excelentemente diseñadas, frescas y yo diría que estéticamente armoniosas.
Y a mí no se me cae ni una puta idea. Ni a jugar con barro se me ocurre.
Nada.
Todos los laureles pare él. Mis felicitaciones y mi admiración.
¡Aguante el Tero!

martes, 6 de septiembre de 2011

Una tarde de domingo en "La Charla"

Mucho viento y tierra. Mucho remolino de ese polvo que se forma en las canchitas de la ciudad por la falta de lluvias que aplaquen esa sed que tiene la tierra.

Si a esto se le agrega un grupo de chicos que juegan a la pelota, la combinación para masticar tierra es perfecta.

Y que hacemos allí? Se preguntarán. La respuesta es desde el corazón: estamos viendo a nuestros amores jugar.

Y ahí va. Elegante en su correr. Con cierto ritmo en su paso y en su trote. Flaco y longilíneo pero con piernas que con más gimnasia, seguro se tornearán a gusto y piacere.

Durante el juego se puede ver como la falta “tiempos” para disputar una pelota en lo alto le dá malestar, o como se le escapa el nueve y no lo puede alcanzar. Pero de algo se puede estar seguro, y es su devoción por el esfuerzo, por arengar a sus compañeros y mirar el partido cual espectador privilegiado.

Ojo! Acaba de sacar una pelota que quemaba y en el pase largo, habilitó al diez que se metió entre los centrales y definió de manera brillante. ¿Y de donde nace la jugada..? Je je…me dirán que es mera fortuna o que no fue adrede su intención. ¿Y a mi que me importa? Se dio así, como otras jugadas que se fueron dando y yo fui “sufriendo” más que disfrutando.

Hasta se animó a gritarle un “olee..” a un rival y lo amonestaron. Esto es inocencia pura. Esto más que una imprudencia, es un pellizco en el cachete a lo políticamente correcto.

El hombrecito con buzo deportivo que denota algún tiempo de estreno, es el Técnico, que habló poco durante el partido pero seguro que instruyó a los chicos en charlas previas. Se noto en el juego que intentaron, y que en varias oportunidades pudieron llevar a cabo.

Así llegó en final. No el mío, el del juego.

Yo todavía sigo con tierra en los ojos, pero llenos de Felipe.

lunes, 29 de agosto de 2011

De vez en cuando

Este "paisaje" es de mi provincia y también de mi corazón. Ahí están los protagonistas y mi emoción.
Son pocas las cosas que nos dicen cosas al alma y a mí esto me puede, me lleva. Y con mi mente me voy hacia allá, hacia esa parte que no se ve (al menos en la foto), y allí me quiero quedar. Pero no para siempre. No.
Volver de vez en cuando y bucear por esas aguas y respirar esos pastos. Acariciar con mi mente al caballo y remontar piedra por piedra ese monte.
Eso quiero hacer.
Solo de vez en cuando, y por un rato nada más.

viernes, 19 de agosto de 2011

El inicio

Sentía en mi cabeza algo que me golpeaba. Algo suave que me llamaba a la atención. Algo que no era más que un pequeño llamado de alguien que quería jugar.
Desde las manos de mi tío Miguel, partían las bolitas de miga que después de las comidas y sin que muchos se entraran, hacía impactar en alguna cabeza distraída.
Varias veces me tocó a mí. Y no saben cuanto agradezco que fuera yo uno de sus "blancos". Me sentía privilegiado, el tío me había elegido a mí.
Por supuesto y como corresponde se armaban unas pequeñas "guerritas" de migazos que cuando se subía la intensidad, mi abuela advertía: "¡Buenooo..!
Hoy, a la distancia y como siguiendo el "legado", no puedo resistir a la tentación de amasar las miguitas que del centro del bollo de pan saco para ajusticiar o simplemente, para hacerme revivir esos momentos de mi infancia.
Tío, ésta te la debo y te voy a estar agradecido por toda mi vida.
Una sola cosa más, que nadie se descuide en la próxima comida y conmigo cerca.

miércoles, 6 de julio de 2011

Así soy

Como las mojarras del Suquía, las tipas de la Cañada, las Santa Rita de la peatonal, las palomas de la Plaza Mayor y los perros callejeros.

Como las hojas amarillentas que alfombran el parque Sarmiento.

Como las tardes del Paseo de las Artes y las calles con hinchas rumbo a cualquier cancha.

Como las pocas motos Puma que deambulan aún por las calles y como el viejo bicicletero de barrio que todavía vende parche y solución.

Como se entremezclan carros y autos últimos modelos por las sufridas calles sin que ninguno de los dos se pongan colorados.

Como el tipo que se toma un feca en un bar, mirando hacia afuera, piernas cruzadas y levantando el dedo meñique entre sorbo y sorbo.

Como la mamá que cruza de negocio en negocio de la San Martín, buscando junto a su niño de la mano, la mejor oferta de guardapolvo.

Como ese puestero del Mercado Norte que grita su mejor oferta. Como las derruidas y olvidadas paredes del viejo Mercado de Abasto que hoy ven de reojo a los pibes que pululan sus noches de diversión y excesos.

Como las “niñas” que cruzan nuestra mirada llevándose la atención en sus “espaldas”.

Como las críticas que sistemáticamente aparecen ante cualquier hecho u obra nueva que se realiza en la Ciudad. Siempre.

Como el humor. Como los yuyos. Como el barrio. Como la Universidad. Como las empanadas dulces. Como el Centro. Como la música. Como la parada del bondi. Como el ciego de Rivadavia y 25 de Mayo. Como la puerta reja del Genaro Pérez. Como el “arbolito” de la city. Como Colón y Gral. Paz o Pasaje Ordóñez y Mariano Moreno. Como el diario que miente y dice la verdad. Como la radio que grita y te habla al oído. Como la vecina que barre la vereda. Como los Reformistas del 18. Como el ciruja. Como el Palacio Ferreyra. Como la Alem. Con Salzano y Juan Filloy. Como el cordobazo. Como las Ponce. Como la pelada. Como el arco. Como Jerónimo.

Como mi corazón.

Como mis recuerdos. Como lo que espero. Como es.

Así digo que soy. Así digo que es Córdoba Capital.

Como yo.

lunes, 4 de julio de 2011

El mate como a mí me gusta

Es cierto que somos criticados siempre por nuestros gustos o nuestra forma de pensar. Pero si hay algo que tiene los primeros lugares en "la sacada de cuero" sobre nuestro paladar es el mate.
Que se toma amargo, que no se tiene que lavar, que se cura así o asá, que no se le ponen yuyos, que se ceba de costado, etc, etc.
En esto de sincerar mis gustos y mi forma de pensar, hayalgo que desde hace tiempo quiero decir y dejar en claro, y no me importa las consecuencias.
De como me gusta en mate a mí.
Por empezar, el recipiente. No soy exquisito y no tengo predilección si es madera, vidrio, metal o porongo del Congo Belga.
La bombilla. Mientras se pueda tomar y no deje pasar los palos, bienvenida sea.
En agua. Caliente, sin ser producto de una erupción volcánica ni ser tibia cual Rio Xanae en verano, me viene bien cualquier temperatura.
La yerba es un tema. No soy pretencioso de una marca en especial, pero tampoco me banco la "yerba secada al sol". Que sea yerba, con o sin palos, me da igual.
La forma de cebar para mí es echar agua caliente, y ya. Capaz que esté diciendo una herejía, pero hasta ahora como verán, no soy de grandes pretensiones.
Por último y como dato final de mi preferencia, está la que necesito que sea dulce (tampoco un almíbar), pero dulce y sin edulcorante porque lo detesto.
Así me gusta el mate a mí. Esto no quiere decir que si alguien me ofrece "un amargo", yo lo desprecie, no, simplemente lo prefiero dulce y si es posible con un poquito de peperina...¡ahh que placer!. Ese es mi favorito.
Me olvidaba, debe estar cebado con amor y dedicatoria. Es fundamental para que uno se sienta bien. Que uno se sienta que está compartiendo "unos mates"...hasta el ruidito final.

jueves, 23 de junio de 2011

Me desperté

No sé porque me desperté algo sobre exaltado. Miro el reloj del celular y marca las 17:52 hs. Me siento al borde de la catrera y me calzo las zapatillas. Me rasco la cabeza y un primer cosquilleo en la panza me avisa que hay algo importante por vivir. No le doy mucha bola y me dirijo a la cocina pongo la pava y me voy al baño.
Acelero las acciones por razones que no comprendo hasta que me doy cuenta que va a ser mejor que salga de ahí y empiece a caminar y vivir lo que debo hacer. De pronto me llama Felipe y me pregunta si estoy dispuesto. Le digo que si, que nos vemos en el auto o en la casa del “Nonno”.
Termino de abrigarme pues la noche va a ser larga y pronostica frío intenso. Agarro las llaves y salgo. Puta! Me tengo que volver. No apagué el fuego de la pava.
Antes de subir al auto, escucho un grito desde el otro lado de la calle. Es “el Calabrés” que me cuenta que el cielo está limpio y sin nubes. También me dice que Pablo está desesperado porque le fallaron con los boletos.
Me toco inconcientemente por fuera de la campera el bolsillo interno y ya descubrí el destino que le debo dar a ese ticket de más que tengo. Al verlo y hacerle entrega del mismo le recuerdo que hay gente que daría una pierna por lo que él tiene ahora en sus manos.
- Nos juntamos en 15´ en lo del Nonno, le digo y pude observar ojos de felicidad.
Me alejo. Subo al auto. Al mismo sube Gabriel con cara de dormido y ojos pícaros llenos de ansiedad.
Tocamos timbre y abre el viejo ya encamperado y me dice: “Vamo...”
- Pará, le contesto, tomemos un feca que ya llegan los chicos.
El viaje fue cargado de una insipiente ansiedad.
Autos que embotellaban nuestro camino y que puteadas de por medio, fui allanando. Adentro del auto el ánimo y la ansiedad se respiraba. El Viejo, Felipe, Gabriel y Pablo hablaban de estadísticas y probabilidades.
Yo escuchaba y ya me imaginaba escribiendo estas líneas.
Llegamos al lugar de siempre y estacionamos casi en el mismo sitio. Se podría decir que esto es parte de la cábala.
Caminamos con paso apurado y nervioso. Nos topamos con vallas que eran custodiadas por policias. Esto hizo que nuestro trayecto se hiciera más largo de lo común (putedas mediante por parte del Viejo).
Finalmente, el camino era en que hacíamos habitualmente. Una valla más de la policía y allá estaba el Señor que vende praliné y maní. El viejo se compró 6 pralinés y los repartió (sobró uno que me lo guardo en el bolsillo de la campera).
Hicimos la cola, lerda más que nunca, calculo que la ansiedad la hacía más lerda aún.
Nos palparon y nos revisaron. Nosotros, manos arriba, solo ansiábamos llegar. Entregamos nuestra entrada y allí estamos. Subiendo las escaleras. Buscando la luz artificial que encandilaba y aceleraba las pulsaciones.
Nos sentamos y esperamos pacientemente que el espectáculo se iniciara.
No está tan frío.
Me entregan un globo y papel picado para ser usado a su momento. Hay mucha música en el murmullo de la multitud.
Hay entusiasmo en la gente.
Son las 20:52 hs. ¡Atención, salió Belgrano a la cancha!.Lo demás se puede leer en cualquier crónica periodística. Se pùede leer que Belgrano Cambió la historia del fútbol Argentino. Se puede leer que esa noche, River, empezó a bajar de categoría.
Hasta se puede leer que hacía frío esa noche. Pero yo no tenía frío.


Yo, esa noche, fui feliz.


miércoles, 15 de junio de 2011

A prueba de niños

La publicidad rezaba así. Estos juguetes eran indestructibles "a prueba de niños".
Pasó el tiempo y a mi memoria se me representó la escena del pibe tirando del piolín que ataba el camioncito, y lo retraté. Lo quise inmortalizar y allí empezó todo. O por lo menos creo que empezó esta historia de reeditar historias de ese niño que ya no se si me pertenece o pasó a ser parte de este pasillo largo y con piso brillante. Ese corredor que es por donde circulamos, por donde andamos esta vida.
Allí estaba el nene. En medio de sus miedos y sus inseguridades, aferrado a algunos juguetes. A esos que el tiempo se iba a asegurar de marcar a fuego sobre su mente y con azúcares sobre su corazón. Porque está de más decir que para un niño el juego y la fantasía es tan vital como lo son los mocos que no se sopla porque no se quiere bajar de la bici. Tan incomoda como esas ganas de hacer caca y que puede esperar porque el partido o las figuritas están primero.
Son muchas y odiosas las comparaciones que podemos desplegar en pos de defender las ganas de divertirse que tiene el niño siempre.
Un juguete. Solo uno es el que en este momento recuerdo. Un trozo de materia que sirve para dibujar la felicidad. Un simple objeto.
En el está implícito todo mi amor al recreo.

martes, 31 de mayo de 2011

El placer de estar vivo (declaración jurada)

Hace ya varios años (unos 30 casi), escuché al profesor de Dibujo de la Escuela Figueroa Alcorta, un tal Johnson, hablar y armar toda una clase sobre "el punto". Si el punto, ese que hacemos cuando apoyamos el lápiz.
Dicho así parece un tema menor y nada sustancial. Pero en las casi dos horas y media de su charla, fue desmenuzando conceptos y derivaciones fuera de toda "casilla artística". Casi se podría decir que estuvo hablando de la vida misma.
A partir de allí, se generó en mi un cambio conceptual fundamental, había que replantear todo y desde cero. Cada cosa por más mínima que parezca debía tener su esencia y como tal no la podía desconocer. Indagar en cada componente de mi vida iba a ser una costumbre, un ejercicio y una obligación.
Llegar a la génesis de las cosas para poder sacar conclusiones, tener fundamentos y argumentos válidos para cualquier trabajo o expresión de ideas.
Así fue que en cada cosa que encaraba, ya sea en mi trabajo o en mis estudios, debía ser analizado y materializado a conciencia (cosa que no acostumbraba a usar y que no sé si la uso al 100%).
Por todo lo dicho, cada cosa que tomo para "aprehender", merece mi más profundo respeto y responsabilidad. Trasladar esto a mis pinturas es uno de mis objetivos, al menos en esta etapa de mi vida. Pintar es una pasión necesaria en sí misma y la que trata de sacar afuera mis tripas y orearlas al sol (si es que esta frase se me permite).
En las líneas que hago, en cada pincelada, en las caricias que le propino a la tela, a la madera o al papel, trato de ser fuerte y concreto. Claro. Respetuoso de nada e impulsivo. Limpio y dispuesto a estallar.
Mi temática es la expresión. Encontrar el olor a la sangre, el perfume de la mañana y el gusto de un grito. No tengo limitaciones (he aquí mi mayor limitación) ya que creo poseer cierta habilidad para representar pero me gustaría "comunicar" más lo que siento.
Mi estrategia, era y es el trabajo (pasar la mayor cantidad de horas que pueda frente al soporte) y sacar el mayor provecho que sea posible. Pero por sobre todas las cosas creo que necesito aprender mucho (mis dudas se acrecientan y se suman a mis certezas). Y en esto de aprender, está la parte que debo olvidar (ciertas mierdas que tengo pegada al cuerpo y a mi alma).

Tengo muchos placeres en mi vida pero algunos se destacan del resto por su persistencia y porque rayan la pasión. En pintar encuentro el resumen perfecto de todos y algunos otros placeres que no vienen al caso ni a mi memoria. Lo juro.


Antonio Gabriel Muscolo



Nota: La foto son los pinceles de Sorolla y Bastías

lunes, 16 de mayo de 2011

Vino con soda

Me gusta el vino son soda. Siempre que le pongo soda al vaso de vino, me siento culpable. Me siento que traiciono. que hay alguien escondido que me mira y se ríe burlonamente.
Basta. Se terminó. A partir de hoy lo voy a declarar públicamente desde este espacio: ¡si me gusta el buen vino tinto con una buena soda! ¿y qué?.
Lamento por aquellos que me critican. Ahora el problema es de ellos.
Ah...me olvidaba, si hay hielo seguro que le se lo pongo.
Salud!

viernes, 29 de abril de 2011

El paraíso de mi viejo

Algún día va ser. Después de tanto profundizar en la tierra, se va a aferrar, va a crecer y se va a robustecer. Seguro va a quedar por un tiempo largo como referente del lugar.
Va a dar sombra y va a cobijar. Va a tener muchas hojas, verdes y frescas. Va a ofrecer sus "bulucas" y sus flores.
Seguro. Como seguro es que está en un lugar privilegiado y que lo eligió adrede.
Que es la envidia de otros árboles de la zona. Que respira aire puro y que agradece al sol las caricias que le da.
El paraíso es feliz donde está.
Entre el árbol y mi viejo, hay algo en común. Algún día van a escribir sobre sus maderas, historias. Algunas serán simples corazones. Otros inscribirán sus nombres. Pero la mayoría contará pedazos de su vida, a sus sombras. A sus reparos.
El paraíso y mi viejo van a hacer historia. Mínimas, pero historias difíciles de borrar.

lunes, 25 de abril de 2011

Se vino el otoño

¿Hay alguna duda?
No solo en los árboles, sino también en la luz. Esa luz especial de abril.
Se vino el otoño. Los ocres dominan la escena.
La estación de luz dorada.
La de las sensaciones que pasan por las tripas. Ideal para gente sensible.
Me gusta el otoño. Me gusta mucho.

lunes, 11 de abril de 2011

No es solo una pose

Es actitud también. Las pobres estatuas del Parque están en esa actitud positiva.
A pesar de los detractores. A pesar de los dañinos. A pesar de los funcionarios que miran para otro lado.
A pesar de todo esto y de más, ellas siguen con esa postura.
Orgullosas y altaneras. Perfectas en sus formas y su pose.
Tanto la piedra con la cual están hechas como el cincel del artista que las talló, se pusieron de acuerdo para obtener el mejor resultado: la actitud.
Pero ojo!. Las estamos descuidando demasiado y las estamos dejando muy solas.
Se bancan el frío y la lluvia pero no pueden contra los salvajes desprovistos de amor por lo propio y un cacho de sentido común.
Abracémosla que está sola. Cuidémosla.
La ciudad y nuestro corazón, nos lo agradecerán.

viernes, 1 de abril de 2011

Desde niño

Siempre quise verme sin espejo. Saber como soy sin la ayuda de algo que refleje mi imagen.
Buscar alguien que me retrate o haga un busto de mi persona, me pareció poco agradable.
Hacer un autorretrato tiene mucho de similitud con aquello de "ver lo que se refleja", y aunque lo hice, no fue de mi agrado.
Hasta que aparecieron ellos: los niños.
Las manos y los ojos de las criaturas que son inmaculadas, puras, sin contaminantes. Volátiles y etéreos. Magníficos representantes en la tierra de "La Pureza".
Allí si. Eso me pudo. Con eso comulgo y doy fe.
Ahora lo veo y me veo. Es más, me ve un niño.
Y si un niño te ve...es porque estas vivo.

lunes, 28 de marzo de 2011

Madre, no hay una sola.

Tarde noche del 24 de marzo de 2011. A 35 años del golpe militar, las viejas, siguen ahí esperando.
Ellas nunca aflojaron.
Caminando muy lentamente unas, otras en sillas de ruedas. Casi todas arrastrando los pies, pero ninguna con la cabeza gacha. Todas mirando al frente. Hacia adelante.
Llevaban una bandera, un cartel con fotos, una pancarta con frases o simplemente un pañuelo en la cabeza. El mismo pañuelo que les acaricia la cabeza y las consuela. Las agrupa. Las hace fuertes.
Madres junto con abuelas e hijos. Madres que siguen buscando. Madres que nunca van a estar solas.
Nunca Más.

martes, 22 de marzo de 2011

Están todos

No falta ninguno.
Algunos muertos (primatesta), otros en cana (menendez y videla) y algunos lameculos y mierdas asesinas rodeándolos.
De a poco van ocupando el lugar que se merecen.
A días de la conmemoración del Día de la Memoria, vaya este homenaje a los gusanos que hicieron su trabajo en algunos de estos personajes y a miembros de la justicia que pusieron en su lugar las larvas antes mencionadas.
Para que la memoria sea efectiva. Para no olvidarse nunca. Para que la vida triunfe sobre la muerte. Ahora somos nosotros los que andamos por las calles y estas mierdas están en la jaula.
Se está haciendo justicia. Solo eso: Justicia.

lunes, 21 de marzo de 2011

Por un par de vueltas más

Hace un tiempo y por circunstancias especiales, regalé una pintura a un personaje muy importante en mi vida.
En esa obra hacía referencia a la posibilidad que me había dado esta persona a continuar andando por esta vida, a seguir dando "vueltas en la calesita".
Hoy, después de algunos años y oteando el panorama de lo que pasó y lo porvenir, sigo teniendo las mismas ganas de divertirme con mi caballito. Sigo ilusionado por sacar la sortija y reírme sentado en mi corcel viendo a la gente que me observa pasar, feliz e ilusionado. Vivo.

miércoles, 16 de marzo de 2011

¿A quien busca?

Parece decir la damajuana asomándose desde el fondo. Sola, terriblemente sola. Patéticamente sola.
Como abandonada por el destino.
Ni siquiera la rompió una piedra de algún niño atrevido. Nada.
Allá está, en la vieja fábrica de damajuanas de Quilino.
Con la compañía de yuyos y enredaderas que tratan de tapar los carteles que espantan a los visitantes.
Esta damajuana está sola. Desde la puerta se la puede ver, hasta yo diría que se la puede oír preguntar:
¿A quien busca?

lunes, 14 de marzo de 2011

Un 13 de marzo

Un día miércoles fresco y a orillas del mar, hace 20 años, nacía el bebé más bonito que vi en mi vida.
"Guarda che bello..! la pelle sembra velluto..!" me dijo la enfermera cuando me lo dio para que lo abrace.
Dulce y querible. Puro amor y sentimiento.
Ese es mi Gabi.
Ese es mi hijo.

Algo que decir...

Como un hongo

Igual que el hongo, del mismo modo y luego de una lluvia, de días grises y cuando la bruma y los primeros rayos tímidos de sol se asoman, aparecen los honguitos.
Como si fuera un bello destino de la naturaleza, ellos aparecen por obra y gracia de algunos componentes biológicos que hacen que aparezcan estos personajes entre la hojarasca de cualquier bosquecito serrano.
Así, si así de simple y natural, casi todo en nuestras vidas se dan estos hechos. Luego de grises y días húmedos, a la luz del sol nos desperezamos y volvemos a la superficie.
Como el hongo, tenemos la posibilidad de ser elementos salulables y benefactores o de mostrar nuestro lado negativo y aparecer como "venenosos" y malignos. Todo depende de donde venimos y hacia donde queremos ir.
Como el hongo, elijo ser comestible.

jueves, 10 de marzo de 2011

El alma de mi mamá

Eso son las manos de mi vieja. Por ahí pasa todo. Por ahí pasa la vida.
Son esas las manos. Es esa su alma.
En ese calor está el secreto, la ternura y el amor.
Ese inmenso amor que no tiene límites. Es infinito. No tiene medida.
Así como amasa, te besa y te habla. Con firmeza pero dejando todo. Con ternura que te envuelve y te somete a lo que ella quiere. Con esas mismas manos que te da y no te pide nada. Pone harina a la masa para que no se pegue y te esparce por todo tu cuerpo la paz que andas buscando. Siempre fue así. Siempre entregó todo.
Con las manos suaves y con el alma abierta.
Rezando por todos. Abrazando a todos. Alimentando a todos con su mejor masa: sus besos.
Esas son las manos del alma de mi Mamá.

Chocolate con churros

El viejo "Colonial" en cercanías del Mercado Norte, es el punto de encuentro (no se si todavía se llama así).
Nos sentamos en una mesa cerca de la puerta con el Felipe y nos pedimos: "Chocolate con churros, por favor."
Afuera hacía frío. Era un sábado cualquiera, pero no era un momento cualquiera. Estaba compartiendo con mi Felipe algo que en mi adolescencia yo había experimentado con otros.
Bar modesto. Moza inexperta. No brillaba nada en ese sitio, salvo las uñas de mi hijo tomando el último pedazito de churro.
Quedé satisfecho. En todo sentido...satisfecho.

viernes, 4 de marzo de 2011

Muestra en el Almacén de la Memoria

Del 10 al 27 de marzo, en Fructuoso Rivera 287, van a estar colgadas obras que fueron realizadas en el 2010 por el que suscribe.
Se puede visitar el lugar todos los días, inclusive el domingo, hasta las 20 hs.
Una etapa muy feliz y esperanzadora de mis días están reflejados en estas pinturas y dibujos.
Como lo expreso en mis fundamentos: "Hay testigos. Hay objetos. Hay climas y hay sensaciones térmicas.
Sin la colaboración de estos, no hubiese sido posible la emoción."
Contento estoy por esto.
Contento por lo que hice.
Contento por el color.
Contento.
Muy feliz.

Chorro de bosta...!

La Rioja esq. Enfermera Clermont.
Cual si fuese un Géiser de Islandia, brotando de las profundidades de la tierra de La Docta, se eleva casi a un metro de altura, este chorro de mierdas cloacales.
¿Que..? ¿Ustedes encuentran una forma más elegante de describir esto?.
Observe los restos de teresos que son expulsados hacia la superficie, mezclados con restos de papel higiénico.
¿Le da asco?
Como dirían en algunos Realitys: "La vida misma"

viernes, 4 de febrero de 2011

Hasta siempre...

Hasta siempre Don Aníbal.
(el mejor carro que he visto en Córdoba)