martes, 20 de abril de 2010

Una básica de urbanidad

Voy sentado en el "bondi" C4 de la Empresa Coniferal, en el asiento doble a mitad del ómnibus. Veo que sube una señora de condición humilde, me lo dice su aspecto y su expresión al dirigirse a su pequeño hijo que carga en brazos (lo cual indica que por su corta edad, no paga boleto):
- Quedate quieto Kevin…mierda!
Arremete la señora al mostrarse inquieto su bástago.
Un señor se me adelanta y le sede el asiento de adelante mío.
Sienta a Kevin en su falda y el viaje continua. En la parada siguiente se baja la señorita del asiento de adelante de la señora en cuestión y ésta, ni lerda ni perezosa, sienta a Kevin en el lugar recién desocupado y con su mejor cara de alegría, salta y se hinca de rodillas en el asiento mirando a su madre que lo observa y no le dice nada.
Se detiene el ómnibus en la parada céntrica. Hay mucha gente. Entre la gente que accede al micro, sube una anciana que es ignorada por todo el pasaje, incluso por la mamá de Kevin que se hace la distraída y no es capaz de tomar al niño de nuevo en sus brazos y dejarle el asiento a la señora.
Me levanto, le sedo el lugar a la persona mayor y veo como la mamá de Kevin increpa al niño que continuaba inquieto diciéndole:
- Portate bien chico e´mierda!.

Va a pasar mucho tiempo y tienen que pasar cosas importantes por estos lados para que algunas cosas cambien. La pobre mujer, seguirá por la vida sin variar su mirada de las cosas. Un poco porque no le importa y otro poco porque hace rato que la vida le quitó la capacidad de discernir hechos que van más allá de las “Reglas Básicas de Urbanidad”.
Tiene que pasar mucho tiempo y algunas cosas, para que el hijo de Kevin le seda el asiento a mi hijo ya anciano.

Pasan cosas por Córdoba que ni siquiera son historias.
Son eso, cosas.

lunes, 12 de abril de 2010

Ojo de radio

Parece mentira que sea tan evidente y nadie se de cuenta.
Como puede ser, si es tan obvio.
Pura porquería y nadie la ve. O nadie se quiere dar cuenta…eso!, nadie se quiere despertar.
¿Pero que nos pasa..? ¿Cómo puede ser?. ¿Que pasa con nuestro sentido común?.
Se trata de como un torpe, jetón, estudioso de la demagogia, excelente vendedor de mierda, masacrador de mentes incautas, especialista en distorsionar la realidad…con estilo propio, pero por sobre todo: ladrón de ilusiones, hace mierda la cabeza de la gente. Y he aquí el problema. Con eso no se jode. Porque el ladrón de ilusiones te caga.
Y eso que aparece en un horario donde se supone que la mente está más despierta y atenta. Que todos por lo general están más alertas. Pero no. Por el contrario, parece que los agarrara a todos aún dormidos y con las defensas bajas.
Habrá que hacer algo, y urgente. Hay mucha gente inocente en el medio.
Por lo pronto yo como primera medida voy a empezar a declamar mi parecer:
“¡Me cago en Mario Pereyra…y su programa “Juntos”!”.