Y para colmo a la perfección, sin fallas, ni fisuras, bien orientadas, excelentemente diseñadas, frescas y yo diría que estéticamente armoniosas.
Y a mí no se me cae ni una puta idea. Ni a jugar con barro se me ocurre.
Nada.
Todos los laureles pare él. Mis felicitaciones y mi admiración.
¡Aguante el Tero!