miércoles, 6 de junio de 2012

Me siento Adán

Eso. Hasta mis emociones se congelan. Todo se detiene, todo parece menor.
Por cualquier lado que pasen mis verdes, en estas imágenes hago foco. Me detengo y tomo aire. Cierro los ojos y allá voy.
Lo más parecido al momento y el lugar ideal. En mi Córdoba está y estoy. Ahí mismo.
Allí estoy con mi cabeza y mi tacto acaraiciando el reflejo del agua y comiendo de ese sol. El Edén que todavía no está perdido.
Todavía no. Todavía sigo latiendo
Bienvenido sea yo a mi mismo deseo.

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