Eso. Hasta mis emociones se congelan. Todo se detiene, todo parece menor.
Por cualquier lado que pasen mis verdes, en estas imágenes hago foco. Me detengo y tomo aire. Cierro los ojos y allá voy.
Lo más parecido al momento y el lugar ideal. En mi Córdoba está y estoy. Ahí mismo.
Allí estoy con mi cabeza y mi tacto acaraiciando el reflejo del agua y comiendo de ese sol. El Edén que todavía no está perdido.
Todavía no. Todavía sigo latiendo
Bienvenido sea yo a mi mismo deseo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario