Acomodar las piezas

Tiempos de cambio y días inestables. De tanto en tanto, en la vida hay movimientos estructurales que nos sacuden. Que nos "acomodan". Y en eso estamos.
Piezas que se mueven, gente que pasa, hechos que se suceden, tormentas que caen sobre la cabeza y empapan los sentidos.
Pero vamos. Eso es lo importante...vamos.
De una u otra manera las piezas de este enorme y complejo rompecabezas, se va armando. Y seguro que en este acomodar las fichas, aparece una que es complicada, que no coincide o que oculta alguna "trampa", ya sea en su color o su forma. Pero a la larga se va a ajustar a lo que armamos, eso es seguro. Que se va a armar, es seguro. Y en ese momento, justo allí cuando lo tenemos listo para disfrutarlo y admirar nuestra obra, en ese momento cae desde el cielo una lluvia de nuevas piezas. Miles de nuevas piezas de otro rompecabezas.
Como resistirse a comenzar de nuevo. Eso no sería propio de nuestra filosofía...¡a comenzar de nuevo! De a poco. Despacio y con paciencia. A comenzar de nuevo.
Esto es así. Siempre estoy empezando sin saber si llegaré a completar el juego.
Pero seguro que empiezo de nuevo.