viernes, 29 de abril de 2011

El paraíso de mi viejo

Algún día va ser. Después de tanto profundizar en la tierra, se va a aferrar, va a crecer y se va a robustecer. Seguro va a quedar por un tiempo largo como referente del lugar.
Va a dar sombra y va a cobijar. Va a tener muchas hojas, verdes y frescas. Va a ofrecer sus "bulucas" y sus flores.
Seguro. Como seguro es que está en un lugar privilegiado y que lo eligió adrede.
Que es la envidia de otros árboles de la zona. Que respira aire puro y que agradece al sol las caricias que le da.
El paraíso es feliz donde está.
Entre el árbol y mi viejo, hay algo en común. Algún día van a escribir sobre sus maderas, historias. Algunas serán simples corazones. Otros inscribirán sus nombres. Pero la mayoría contará pedazos de su vida, a sus sombras. A sus reparos.
El paraíso y mi viejo van a hacer historia. Mínimas, pero historias difíciles de borrar.

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