lunes, 14 de marzo de 2011

Como un hongo

Igual que el hongo, del mismo modo y luego de una lluvia, de días grises y cuando la bruma y los primeros rayos tímidos de sol se asoman, aparecen los honguitos.
Como si fuera un bello destino de la naturaleza, ellos aparecen por obra y gracia de algunos componentes biológicos que hacen que aparezcan estos personajes entre la hojarasca de cualquier bosquecito serrano.
Así, si así de simple y natural, casi todo en nuestras vidas se dan estos hechos. Luego de grises y días húmedos, a la luz del sol nos desperezamos y volvemos a la superficie.
Como el hongo, tenemos la posibilidad de ser elementos salulables y benefactores o de mostrar nuestro lado negativo y aparecer como "venenosos" y malignos. Todo depende de donde venimos y hacia donde queremos ir.
Como el hongo, elijo ser comestible.

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