lunes, 28 de marzo de 2011

Madre, no hay una sola.

Tarde noche del 24 de marzo de 2011. A 35 años del golpe militar, las viejas, siguen ahí esperando.
Ellas nunca aflojaron.
Caminando muy lentamente unas, otras en sillas de ruedas. Casi todas arrastrando los pies, pero ninguna con la cabeza gacha. Todas mirando al frente. Hacia adelante.
Llevaban una bandera, un cartel con fotos, una pancarta con frases o simplemente un pañuelo en la cabeza. El mismo pañuelo que les acaricia la cabeza y las consuela. Las agrupa. Las hace fuertes.
Madres junto con abuelas e hijos. Madres que siguen buscando. Madres que nunca van a estar solas.
Nunca Más.

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