sábado, 9 de mayo de 2009

Chori D.O.C.


No debe existir perfume más irresistible ni tentador que el que ofrece el humo de algun carro de chori asentado a la salida de una cancha o a orillas de una manifestación. Si señor. Realmente es, más allá que uno lo consuma o no, de los aromas que a uno lo llevan a pensar seriamente a dejar momentaneamente la dieta o a salirse del rígido cuidado en las comidas. El "chori" en sí, representa un símbolo de la comida al paso del cordobes cualquiera sea su origen o extracción social.

Quién no se "clavó" uno al menos, ante el hambre que arreciaba esa noche de frío, a la salida de la cancha o esa noche de verano en un carrito cualquiera y compartiendo con amigos a la salida del recital o de un baile.

Más allá de saber su origen o su estado de conservación, el humo de la grasa del chorizo que cae sobre las brasas, es irresistible para cualquier pituitaria que se precie. En ese momento, justo allí, nos olvidamos de su compocisión. Si está hecho de puro cerdo, si es mitad y mitad con vacuno, si es chorizo criollo o si el "chimi" contiene altas dosis de agua pesada de la Central Nuclear de Embalse. Una vez que está tomada la desición, no hay vuelta atrás. No hay retorno. Incamos nuestros dientes en tan apetitoso manjar y nos olvidamos de todo. Hasta de que el tipo que nos lo vendió tenía las uñas negras de mugre y brillantes de grasa. Que importa. El milagro está sucediendo.
El sabor invade nuestro paladar y ya nada podrá ser lo mismo.
El hecho está consumado. Estamos entregados...

1 comentario:

  1. Esto me hace acordar a una huelga larguisima q habian hacho los emleados municipales(inspectores incluidos) hace un par de años.
    En la plaza san martin, habia, no menos de 20 puestos del mencionado manjar,carina y yo nos detuvimos en uno de ellos, y nos mirabamos con la complicidad de quien toco el timbre y se dio a la fuga. creo que nunca mas nos reimos de esa manera... creo que nunca mas no reimos

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